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martes, 15 de diciembre de 2015

EL LADO OCULTO DEL PARAÍSO


No es necesario llegar hasta Pacaya-Samiria para poder disfrutar de las bellezas de nuestra naturaleza amazónica. Escondida en la margen izquierda del Rio Huallaga, a solo 30 minutos de peke-peke desde Lagunas se encuentra la comunidad nativa 7 de Junio, asentada en las orillas del maravilloso Lago Lagunas

Una breve caminata de 10 minutos bajo la sombra de hermosos árboles nos lleva desde el embarcadero hasta el poblado. El primero en acogernos es Luis Peña, Apu de la comunidad y nuestra guía el día de hoy. Luis es parte de una asociación de guías con base en Lagunas y en acuerdo con los otros miembros de su comunidad está tratando de impulsar el turismo rural hacia este hermoso lugar que es el Lago Lagunas. La idea es que la gente pueda no solo disfrutar de las bellezas del paisaje, sino también entrar en contacto directo con una comunidad nativa: conocer sus costumbres, tradiciones, actividades, artesanías, etc.. para compartir con ellos una experiencia única e inolvidable.

La oferta turística es muy amplia. El paseo puede empezar con un tour en canoa por el lago. Los comuneros son felices de enseñar a los visitantes la manera tradicional para pescar carachama directamente con las manos, buscándolas en los agujeros cavados en las orillas donde los peces se esconden para poner sus huevos. Es seguramente una actividad divertida y una experiencia única.

El paseo en canoa nos lleva al otro lado del lago, donde desembarcamos y nos encaminamos en el medio de un bosque repleto de especies nativas, entre ellas se pueden apreciar el árbol de capinuri con su peculiar rama, el sacha mango, el cacao nativo y varios otras plantas cuyos frutos se pueden comer, o cuya resina puede ser utilizada como elemento medicinal para curar reumatismos y otras enfermedades. La población Cocama Cocamilla tiene un profundo conocimiento sobre sus plantas y las maneras de utilizarlas y son felices de compartir sus saberes.

Al culminar la caminata en el bosque llegamos a un árbol gigante de lupuna que tiene más de 400 años de edad. Este árbol es un espectáculo en sí solo, pero puede también servir como base para dedicarse a un poco de “deportes extremos”. Si quieren experimentar un poco de diversión pueden treparse por sus ramas y por las escaleritas construidas por parte de los comuneros o balancearse en unos columpios artesanales realizados con las lianas que penden del mismo árbol. Son actividades muy divertidas para disfrutar de un receso en la frescura de la selva.

Hay varios otros lugares y actividades que se pueden practicar a muy poca distancia de la comunidad. Por ejemplo, en una extremo del lago está situada una isla donde se puede ir a acampar en las noches y observar animales selváticos. A solo pocos minutos de camino desde el centro del poblado se encuentra un bosque de capinuri, donde poder caminar rodeados por la naturaleza más salvaje, y un poco más allá hay un bosque de renacos, que con sus extrañas y divertidas ramas y raíces se prestan para ser utilizados como un parque de diversión por parte de los niños de la comunidad. Aquí los chiquillos vienen para treparse en los arboles, jugar a las escondidas, escalar las lianas y balancearse en los columpios naturales.

Los que desean disfrutar de un día más relajado pueden simplemente pasar la tarde echados en una hamaca, mirando el encantador paisaje del lago, después de haber disfrutado de un rico almuerzo tradicional a base de pescado y otros productos locales y saboreado un poco de masato o chicha que los comuneros tienen siempre a disposición ya que es una parte fundamental de su cultura. Los miembros de la comunidad 7 de Junio pertenecen a la etnia Cocama-Cocamilla y todavía conservan la memoria de su idioma nativo y de otras tradiciones ancestrales como las celebraciones del 25 de Diciembre.

La comunidad está impulsando este interesante proyecto de turismo y quieren ofrecer al visitante una experiencia cada día más atrayente. Ya han tenido varios turistas que se han acercado en el transcurso de este año y tienen muchas ideas sobre cómo mejorar la recepción de los excursionistas para poder ofrecer un tour de uno o más días a los que deseen experimentar el verdadero turismo comunitario.

Si quieren disfrutar de un día de turismo en la zona de Lagunas no pierdan la oportunidad de visitar la comunidad 7 de Junio en las orillas del Lago Lagunas. Es un verdadero pedacito de paraíso al alcance de todos.


Para mayores informaciones y todas las coordinaciones del caso pónganse en contacto directamente con el Apu Luis Peña al número de celular 954470933, el estará muy contento de llevarlos a conocer su maravillosa comunidad.





miércoles, 2 de diciembre de 2015

La esperanza se siembra y se trabaja


  La semilla de mostaza es la más pequeña del mundo. Una semilla de mostaza es tan pequeña que si tuvieras una en tu mano y se te cayera al piso, puede ser que no la puedas encontrar. Si siembras una semilla de mostaza sola esa no va a crecer. Pero si siembras esa misma semilla junta con otras semillas esta va a crecer y se convierte en planta. Se convierte en una planta tan grande que los pájaros pueden hacer sus nidos y pararse en sus ramas. Esa es una parábola de la Biblia, que nos sirve como ejemplo para hablar de la situación de nuestras comunidades y del asociativismo.

Así como la semilla, los miembros de las comunidades nativas y están solos, expuestos a los peligros externos, amenazados por personas o grupos, o empresas que quieren sacar la “mejor tajada” de sus territorios y recursos. Al mismo tiempo, la situación de precariedad en la que viven, hace más lento el proceso de mejorar sus condiciones de vida. Pero aquí viene lo interesante, cuando estas mismas personas se juntan organizan, se vuelven fuertes y hacen frente a las amenazas externas y son capaces de lograr grandes resultados.
  
La asociación “Agro Reforestación La Marupa” de la Comunidad Independencia –en el Valle del Shanusi- sigue trabajando y esmerándose para lograr sus objetivos. Y quiere empezar a plantar semillas de árboles y de esperanza, con el fin de reforestar una zona que ha sido devastada por la codicia de la tierra y la expansión del cultivo de la palma aceitera por parte de la empresa Palmas del Shanusi del grupo Romero.

Reforestar las chacras, cuidar el medio ambiente, y poder aprovechar de unos nuevos recursos maderables en el futuro, es un gran sueño, que ya empieza a caminar.


Los pocos socios de esta importante organización, van avanzado con la construcción de su primer vivero de la asociación: han arreglado, aplanado y limpiado una pequeña parte de su chacra para poder instalar el tinglado y las camas del vivero donde se colocarán las plántulas para que crezcan protegidas bajo una sombra y cerca de una fuente de agua.



Están solo al comienzo de un trabajo que quiere convertirse en el “árbol de mostaza”, capaz de brindar cosas buenas a todo el que llega. Y, eso es lo que necesita la amazonía y el mundo en la actual crisis climática y ambiental.